jueves, 10 de diciembre de 2015

UN BELÉN DE ANTONIO JÍMENEZ RADA EN LAS CARMELITAS AO DE GRANADA

Como va siendo habitual, desde hace ocho años, el monasterio de madres carmelitas de la antigua observancia de Granada, monta su tradicional belén. La comunidad carmelita custodia uno de los belenes más antiguos de toda la ciudad, una colección de barros realizados por el granadino, Don Antonio Jiménez Rada. Guardadas con esmero cuidado, cada mes de noviembre, las figuras son sacadas y limpiadas, para recrear el nacimiento del Salvador. Por desgracia, y según cuentan las propias religiosas, la colección era mucho más amplia, pero debido a inafortunados accidentes y a la fragilidad del material se han perdido algunas.


 ¿Quién fue Antonio Jímenez Rada?

Don Antonio nació en Granada en el año 1873, pronto tuvo dones de artista y trabajó en un taller de artesanía en la calle Gracia. Se casó con Doña Encarnación Mariscal y tras esto se fueron a Sevilla, donde estuvo al mando de un taller en el barrio de Triana. Desde el taller hispalense, comenzó a realizar figuras costumbristas y belenes. Fue galardonado con la medalla del oro de la Exposición Iberoamericana celebrada en la capital andaluza en el año 29.
Hacia 1930, volvió a su ciudad natal, donde comenzaría, a realizar también imágenes religiosas.
En 1949 murió, siguiendo su legado,  Don José Jiménez Mariscal, su hijo, fundador del Mariscal. En la actualidad esta tradición la siguen, los nietos del referido D. Antonio.

 

Las creaciones de Rada son un ejemplo magnifico del trabajo realizado por los barristas de Granada. Figuras inspiradas en el costumbrismo más castizo de nuestra tierra, donde se vemos, mujeres lavando, panaderos, ancianos a los que le ha vencido el sueño y duerme plácidamente sobre su cayado mientas los niños roban los chumbos de la chumbera que le proporciona sombra, pero también toreros, gitanas y dolorosas. Muestra de estas tres últimos tipos de piezas, se pueden contemplar en el cercano museo de los Tiros.
Una obra, llena de detalles y donde la policromía está cuidada hasta el más mínimo detalle, que al verla nos evoca a un pasado muy no lejano, donde las señoras acudían a las orillas del darro, a los lavaderos, o en los lebrillos de cerámica para lavar la ropa con esmero sobre las tablas de madera.
Unas imágenes características, pues como todo gran artista, su sello, estaba presente en los sombreros que acompañan a sus personajes, en lo que a belenes se refiere, y las mujeres llevan unos pendientes que se asemejan a dos pequeños y rojos pimientos.
 
Un belén, el de las carmelitas ao, cargado de historias, tanto en lo concerniente al paisaje, pero sobre todo por las figuras que le dan vida. Merece la pena acercase a deleitarse con estas pequeñas obras de arte. Estamos en la calle monjas del Carmen, 8 (junto a la calle colcha)

Grupo de Priostía

No hay comentarios:

Publicar un comentario